Benjamín Quijandría: “Los encadenamientos productivos son fundamentales para que los ecosistemas mineros se puedan desarrollar con éxito"

Febrero, 2022.

Revista Tecnología Minera (RTM): Con una economía en recuperación, ¿por qué seguimos en problemas respecto a la valoración de la minería?

Benjamín Quijandría (BQ): A pesar de que las cifras pueden ser muy buenas, tanto en términos políticos, ideológicos y de la ciudadanía en general, no se ha tomado conciencia de que el Perú es un país minero. Dependiendo de la época, hemos tenido periodos de mucha inversión. Una referencia de ello es el superciclo situado, más o menos, hace 10 años; se aprovechó muy bien y se impulsaron proyectos que se volvieron realidad. En esta época estamos viviendo otra etapa muy auspiciosa respecto a los precios, que son muy buenos. Lamentablemente, por distintas razones –una de ellas la política– no se está aprovechando. Desde hace varios gobiernos y años, no se

trabaja en poder impulsar nuevas minas.

RTM: Es cierto que las cifras han ido en ascendencia, pero se necesita mayor impulso del sector por informar al ciudadano de a pie sobre sus procedimientos.

BQ: Es verdad. Más allá de las cifras, toda persona necesita la información pertinente sobre el quehacer minero y para conocer que la actividad minera representa, en promedio, el 10% del PBI.

En nuestro informe de SAMMI, el primer estudio de proveedores, hemos hecho de conocimiento que esta área representa un 4%; entonces, no solo hablamos del 10% mencionado previamente, sino que con todo lo que implica, la actividad minera representa el 14% del PBI. El 60% de las exportaciones en nuestro país son mineras; entonces, son cifras contundentes, pero que no necesariamente generan en la opinión pública una valoración positiva para la industria minera, que no tiene el posicionamiento acorde a su impacto.

RTM: ¿Es la narrativa que se genera, luego de esto que detalla, un problema grave para el sector minero?

BQ: No es sencillo posicionar bien a la minería o a los sectores extractivos, pero no es algo exclusivo del país, sino también una contingencia que se ve en todo el mundo, porque hay toda una narrativa en contra que se ha ido generando y, ante ello, todos los actores involucrados tenemos que crear una nueva.

En ese sentido, se debería dar a conocer –por ejemplo– que ciertos metales, como el cobre, van a ser claves para cumplir las metas de descarbonización planteadas en el Acuerdo de París al año 2050, periodo en el que debemos llegara la carbono neutralidad. Se necesita desarrollar, desde el sector público y el privado, una visión de largo plazo para la industria y una estrategia país que ponga al sector como uno de sus ejes principales.

RTM: ¿Por qué los procesos de control no han ayudado a menguarlos conflictos que se han visto?

BQ: En la mayoría de ocasiones, el trabajo que se observa no se da en forma concatenada entre el Ejecutivo y las compañías. A veces los mensajes no están alineados; es más, muchas veces se contraponen, lo que evidentemente genera desconfianza. De igual manera, no se cumplen los compromisos que se establecen en las mesas de negociación; entonces, todo eso se acumula, hasta llegar al punto en el que se generan esos conflictos. En mi experiencia, y sin tener toda la expertise en materia regulatoria, puedo decir que tenemos una tramitología que, muchas veces, ahoga el avance de los proyectos. Por eso es vital trabajar en lo que a articulación se refiere. 

RTM: Aunque existen regiones donde el impulso minero se ha dado de una forma, por lo menos, más armoniosa que en otras...

BQ: Sí, claro. No todos los casos son iguales. Hay zonas donde los proyectos mineros avanzan muy bien, porque probablemente las empresas han trabajado en esa senda. Hay espacios donde las mineras trabajan muy bien, pero la idiosincrasia de la zona, como lo que se suscita en el Corredor Minero del Sur, no permite avanzar como se quiere. Una política de Estado, con un convencimiento de todas las partes, es lo que hace falta. La realidad indica que cada 5 años tenemos mensajes distintos o una rotación excesiva de ministros, viceministros y directores generales en el MINEM, y eso es nocivo; cada persona tiene una agenda distinta de lo que quiere realizar e inician proyectos desde cero, hecho sucesivo con los integrantes que van llegando.

RTM: ¿Qué papel juegan los eslabonamientos productivos en la industria minera peruana?

BQ: Tienen una concepción fundamental. La minería de ahora no es la misma que la de hace 30 o 40 años, donde trabajaban totalmente aislados. Los eslabonamientos productivos permiten fortalecer los ecosistemas, hecho que, precisamente, es uno de los temas fundamentales que abordamos como SAMMI yen los que se basan nuestros distintos proyectos. En países como Australia,Canadá o Chile, son de mucha valía estos esquemas, porque se promueve que las empresas proveedoras se nutran en cuanto a sus capacidades tecnológicas, generen innovación y creen nuevas tecnologías, lo que permite que las exporten y generen dividendos importantes.

RTM: Es una actividad económica que se concibe dentro de la minería y no como una industria complementaria...

BQ: Exacto. La minería comenzó a desarrollar una actividad económica en sí misma, generando riqueza, puestos de trabajo, un espacio para promover tecnología, entre otras cosas más. Hay una fuerte capacidad colaborativa en los países mencionados previamente, asociaciones a nivel regional y nacional, de las mineras, las proveedoras o de una combinación de estas, lo que facilita que se pueda cooperar entre sí. Como SAMMI estamos impulsando una mayor asociatividad en estos espacios, pues los encadenamientos productivos son fundamentales para que los ecosistemas mineros se puedan desarrollar con éxito.  

RTM: Si se superan todas las divergencias, ¿la minería peruana podría ser un HUB, regional y mundial, pero no solo en términos de producción?

BQ: Sin duda, hay un potencial muy grande. Desde hace un par de años se vienen desarrollando algunos proyectos financiados por el CAF, por el BID, aprovechando las capacidades existentes en el Perú, así como en otros países de nuestra región, que son considerables, para convertirlos en un HUB de metales y de soluciones carbono neutrales para el mundo.

En el Acuerdo de París, por ejemplo, se plantea llegar a este objetivo en el año 2050. Hay metales que son necesarios para manejarse en esa senda, como el cobre o el litio, que, en nuestro caso, lamentablemente no hay una actividad exploratoria importante que permita descubrir reservas. Como referencia, los vehículos convencionales, para su fabricación, requieren –en promedio– 15 kg de cobre; en cambio, un vehículo eléctrico necesita, aproximadamente,90 kg de cobre.

RTM: Es un margen muy amplio...

BQ: Claro, ahí está la diferencia. En los próximos 10, 15 o20 años, el mundo tendrá una transformación muy grande y pasará de tener vehículos que se mueven por combustibles fósiles, a automóviles que se trasladen a partir de la electromovilidad. Bajo esa perspectiva, el Perú podría tener una participación muy importante, no solo como productor de cobre, sino también como desarrollador de tecnologías y de soluciones que apoyen la carbononeutralidad. 

RTM: En esa línea, ¿se va a requerir de un “cobre verde”?

BQ: Así es. El cobre ya no va a ser un commodity, porque no sólo se exigirá el metal rojo que observamos ahora, sino que se va a requerir un “cobre verde”; es decir, aquel en el que se pueda garantizar una trazabilidad respecto al control de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El cobre del futuro tendrá que venir con una especie de certificado. Nosotros debemos comenzar a trabajar en eso, para las mineras y toda su cadena de abastecimiento. 

RTM: El futuro del sector minero depende de cómo se avance on todo ello, pero es lo mismo con el relacionamiento comunitario...

BQ: Se tiene que trabajar en el relacionamiento con las comunidades de manera integral; para conseguir ello, se debe articular mejor entre el Estado y las compañías mineras. Si cada cual llega con un mensaje distinto, ser pierde credibilidad y no se logra la eficiencia, a pesar de todos los recursos que llegan para estas zonas. Debe haber toda una reingeniería, para que no se afecte la imagen de la industria.

Fuente: Revista Tecnología Minera, Boletín pág. 96-101
https://bit.ly/3Be7rLh

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